Junto a charcas temporales como la de la imagen esta (esta cubierta parcialmente de manera artificial) es habitual observar a la culebra de cogulla que acude para capturar alguna presa manteniéndose inmóvil hasta que esta este lo suficientemente cerca para morderla e inocularle un poco de veneno que la dejara paralizada para posteriormente tragarla empezando por la cabeza.